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Simplemente encantadora
Aunque puede que no sea una de las mejores películas de su época, sin duda te conmueve. La trama trata de un viudo con cuatro hijos que intentan montar una granja utilizando sus últimos recursos y las tribulaciones que ello conlleva. Walter Brennen interpreta a la perfección al padre autocrático que profesa ser democrático en todas sus decisiones pero que se sale con la suya siendo abiertamente manipulador. Margurite Chapman interpreta a la hija mayor, que sustituye a su madre ante los hermanos. Se siente dividida emocionalmente entre un enfoque tradicional emocional y profesional, tal como exige su padre, y los métodos agrícolas más científicos y los valores modernos que profesa su caballero con armadura, el oficial agrónomo. Los otros dos niños se limitan a cumplir los estereotipos, como la hermana desagradable y el hermano adolescente que está aterrorizado por su padre. Es Susan, interpretada maravillosamente por Natalie Wood, de nueve años, la verdadera estrella de esta película. Su presencia te obliga a olvidar los puntos débiles de la película mientras te emocionas en silencio con ella, tanto en sus dolores como en sus alegrías. Las escenas en las que estalla en lágrimas porque no puede acceder a unirse a un club porque su padre se lo ha prohibido y la escena clásica en la que defiende su caso para obtener un préstamo ante un banquero malhumorado (que, por cierto, tiene que disimular una sonrisa) son geniales. La trama puede ser floja, pero las interpretaciones son buenas y la representación de las secuencias de tormenta, que incluyen el heroico rescate de dos corderos por parte de Susan (que supuestamente le dio a Natalie Wood un miedo de por vida a ahogarse), es excelente. Una gran película para ver en familia, ya que te calienta con recuerdos de una época ya pasada.
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Hermosa realización, pero emocionalmente desconcertante y algo distante...
William D. Russell dirige este guión bastante inusual sobre un granjero viudo y sus cuatro hijos de distintas edades, que viven bajo el yugo de su testarudo padre. Fingiendo que hay una democracia en su familia, el granjero, que siempre tiene la última palabra, no se da cuenta de que sus obstinadas formas de administrar una casa y una granja no siempre son las correctas, y a menudo está a punto de distanciarse de sus hijos con su actitud rígida y poco sentimental. Al mudarse a su nueva casa estilo rancho, la hija mayor, Marguerite Chapman, es cortejada por el apuesto y codiciado agricultor local, pero ella actúa fría y desconfiada de los hombres; debemos asumir que así la crió su padre, pero es posible que un enfoque más vulnerable nos hubiera acercado más al personaje. Natalie Wood es la más pequeña, habladora, y logra interpretar algunas secuencias clave muy difíciles en la película con encanto y aplomo (su padre la rechaza cuando desea comprar dos corderos, va al banco y pide un préstamo y presta diligentemente su juramento después de que la invitan a ingresar al Club 4-H). La película no es un éxito total... y durante un tiempo no estaba seguro de qué pretendía Walter Brennan como patriarca; a veces es tan severo que es casi un villano. Sin embargo, las ubicaciones y la cinematografía plateada son perfectas, y hay una tormenta eléctrica en la que la pequeña Natalie se ve atrapada. Una auténtica rareza de RKO, que vale la pena a pesar de sus defectos.
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Natalie y sus corderos
The Green Promise es un anuncio de los clubes 4-H, en los que, a pesar de que cada vez hay menos granjas familiares, todavía hay suficientes niños que crecen en ellas para que haya nuevos miembros. Pero esta película es una cápsula del tiempo que muestra algunos de los problemas de la vida rural en 1949. Muchos de esos mismos problemas existen hoy en día porque las cosas que la Madre Naturaleza puede arrojarte cuando te ganas la vida con la tierra no cambian en absoluto.
Walter Brennan interpreta una versión seria de su papel posterior de abuelo Amos McCoy. Es el padre de cuatro hijos, la adulta Marguerite Chapman y los jóvenes Ted Donaldson, Connie Marshall y la más joven, Natalie Wood. Brennan es anticuado y testarudo y no está dispuesto a escuchar consejos sobre nuevos métodos agrícolas. Especialmente cuando vienen del joven y listo agente del condado Robert Paige. Paige sabe lo que hace, pero está demasiado seguro de sí mismo como para adaptarse a Brennan y Chapman en el departamento romántico. Por supuesto, cumple con su cometido en todos los sentidos.
La estrella aquí es la joven Natalie Wood y hace el papel como una joven Margaret O'Brien. De hecho, cuando vi la película no estaba segura de no estar viendo a Margaret O'Brien, la única pista que me desconcertó fue que Ted Donaldson era demasiado mayor para ser el hermano mayor de O'Brien. La joven Natalie es dulce y cautivadora y desafío a cualquiera a no empatizar con su preocupación por sus jóvenes corderos negros a los que está criando como parte de su proyecto 4-H.
Los niños de 4-H colaboran con sus manos (esa es una de las cuatro H después de todo) para salvar la granja de los elementos y la estupidez del hombre, algo en lo que no entraré. En general, son niños estadounidenses sanos y un verdadero anuncio para el grupo.
Y The Green Promise también es un anuncio para los clubes 4-H en los EE. UU. Es una buena película familiar sin grandes valores de producción y Natalie Wood es excepcional.
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Cápsula del tiempo del espíritu conservador americano.
Una entretenida historia sobre un granjero viudo y testarudo y sus hijos (dos niñas, un niño y una mujer adulta) que compran una granja e ignoran los buenos consejos sobre cómo manejarla. Natalie Wood interpreta a la hija menor, Susan, que quiere unirse al club 4-H y criar corderos. Se inspira en el joven vecino Buzz, cuyo éxito en la cría de ganado le ha permitido ahorrar suficiente dinero para la universidad. Walter Brennan interpreta al padre que la avergüenza haciéndole creer que es egoísta por querer alcanzar el éxito individual fuera del colectivo familiar. Natalie ofrece su habitual interpretación encantadora y pulida y mantiene unidas las partes más débiles de la película. A veces su estilo es un poco melodramático, pero la película se desarrolla de forma tan discreta que sus emociones exageradas (una marca registrada) animan las cosas. Sin duda, ella es la estrella de la película. Marguerite Chapman interpreta a la niña adulta, Deborah Matthews, que tiene miedo de salir con el apuesto agente inmobiliario porque su padre espera que trabaje en la granja y no tenga una vida propia. Tiene algo de coraje y se enfrenta a su padre de vez en cuando. The Green Promise es una referencia bíblica que el reverendo Benton (Milburn Stone) interpreta muy bien y enfatiza los temas de la película de dejar de lado el orgullo y permitir que los demás y ellos mismos alcancen su potencial individual. Hay escenas de los niños pescando en un tronco caído que recuerdan a Norman Rockwell y, de hecho, toda la película, escrita por Monte Collins, es más bien una cápsula del tiempo del espíritu conservador estadounidense de ese período. Es el tipo de película que Walt Disney hizo con presupuestos más grandes y en color (SO DEAR TO MY HEART, FOLLOW ME BOYS), pero los límites de la película en blanco y negro le dan una sensación de cuenca de polvo un poco inapropiada para la historia y el entorno. Hollywood estaba repleto de temas comunistas de autores como Dalton Trumbo (que escribió la similar OUR VINES HAVE TENDER GRAPES), por lo que es interesante ver una película de este tipo para contrastar. Lejos de ser un clásico, los fanáticos de Natalie Wood, el club 4-H y películas de este tipo la encontrarán interesante.
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¡Natalie Wood roba la escena!
Esta película trata sobre un viudo y granjero, el Sr. Matthews, bien interpretado por Walter Brennan. Compra una granja y se muda con cuatro hijos. Su hija mayor, Deborah, es más una figura materna en la casa. Está bien interpretada por Marguerite Chapman. Natalie Wood interpreta a la hermana menor, Susan. Está el hermano Phinneus y la hermana Abigail. El Sr. Matthews es un anciano testarudo que se niega a aprender cosas nuevas o mantenerse al día con los tiempos. Cuando se lesiona, Deborah toma el control y hace cambios. Susan, interpretada por Wood, se une al Club 4 H y cría dos corderos para ganar un premio en una feria. Susan arriesga su vida para salvarlos. La película está bien, con actuaciones decentes en general. Sin embargo, el final podría haber sido mejor. Vale la pena ver la película al menos una vez. Hay algunos momentos ligeros. Esta película es un buen melodrama en general.
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La historia de un hombre testarudo... y sus sufridos hijos.
Cuando empecé a ver esta película, supuse que sería una película familiar sensiblera. Sin embargo, a medida que avanzaba, me di cuenta de que era la historia de un viejo malvado que dominaba a su familia... y el intento de algunos de ellos de liberarse de su yugo. Creo que muchos la verán como una película familiar, pero como yo soy padre, ¡seguro que quería darle una paliza a este tipo!
El Sr. Matthews (Walter Brennan) y sus hijos llegan a la ciudad y compran una granja. Uno de sus vecinos es David Barkley (Robert Paige) y es un agente agrícola con estudios universitarios. Pero Matthews es un viejo testarudo y se niega a escuchar a Barkley, y elige utilizar sus viejos y verdaderos métodos. Del mismo modo, no escucha a sus hijos, sino que los domina. Finge que todos los miembros de la familia tienen voz y voto, pero utiliza el chantaje emocional para salirse con la suya cada vez. Cuando Matthews resulta gravemente herido y sus hijos tienen que hacerse cargo de la granja, la mayor, Deborah (Marguerite Chapman), decide soltar las riendas y probar nuevos métodos. Cuando su padre finalmente se entera de esto, intenta sabotear sus esfuerzos, todo para demostrar que, después de todo, tenía razón.
Una de las beneficiadas por la lesión de papá es la pequeña Susan (Natalie Wood). Ella quería criar corderos y unirse a 4-H, pero él lo vetó porque... bueno... ¡porque podía! Ahora, con papá postrado en cama, Susan intenta demostrar que puede criar ovejas por sí sola.
Afortunadamente, todo sale bien al final de la película... ¡y dejé de odiar a Matthews! Es una pequeña película agradable... solo intenta ignorar la grosería de Matthews que de vez en cuando asoma su fea cabeza. Además, intenta ignorar a la niña con el disfraz de tía Jemima en la fiesta. ¡Cómo han cambiado los tiempos!
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Una película sin nada destacable con una bonita interpretación de la actriz infantil Natalie Wood...
Una pequeña película inofensiva de mediados de los años 40 sin un punto de vista nuevo ni prácticamente ninguna originalidad. Las actuaciones competentes no pueden compensar la monotonía de la trama y la dirección.
NATALIE WOOD brilla como una joven marimacho sensible que siempre está peleándose con su hermana CONNIE MARSHALL y no pierde de vista el romance que se está gestando entre su hermana mayor MARGUERITE CHAPMAN y un granjero vecino, ROBERT PAIGE.
WALTER BRENNAN es el padre granjero que se muestra reacio a escuchar los buenos consejos de Paige sobre la posibilidad de que su granja corra peligro de inundarse debido a una falla estructural de una colina de árboles cercana.
La fotografía en blanco y negro tiene un aspecto de bajo presupuesto del tipo de película familiar que habría tenido más impacto en Technicolor. Una serie de incidentes sin importancia particular conforman una trama débil que nunca logra ser lo suficientemente convincente como para mantener el interés en su entorno rural y sus personajes acartonados.
Solo hacia el final, durante una fuerte tormenta, la película logra algún tipo de despertar visual. Irónicamente, fue durante el rodaje de la escena de la tormenta cuando Natalie cayó accidentalmente al agua y se llevó el susto de su joven vida, una predicción irónica de cómo su vida real terminaría tan trágicamente.
ROBERT PAIGE y MARGUERITE CHAPMAN no pueden lograr ser nada más que insulsos como los protagonistas, pero los fanáticos de Natalie Wood deberían disfrutar de su actuación. WALTER BRENNAN hace su habitual actuación de viejo gruñón.
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Ironías de la vida
Quizás si Natalie no se hubiera roto la muñeca (que no estaba bien arreglada y por lo tanto la dejó con una muñeca debilitada y una protuberancia ósea) mientras hacía esta película, entonces tal vez 32 años después hubiera tenido suficiente fuerza para subirse al bote salvavidas en esa fatídica noche de noviembre de 1981... De todos modos, parece una buena película en cierto modo, y Natalie se veía linda con su traje de conejita. Era una niña tan linda en tantas películas. También es interesante ver a Walter Brennan en algo más que el viejo programa de televisión "The Real McCoys". Tendré que ver si puedo encontrarla de nuevo en algún momento para poder verla completa nuevamente. Estoy seguro de que es una buena película de temática rural para ver.
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